“Bienvenidos a CEBU-X 2025” es como empezamos nuestro torneo, después de 4 años, ¡el equipo había regresado! Nuestro lema para el finde era que teníamos grandes sueños y teníamos que elevar nuestro compromiso, confianza en nuestros compañeros de equipo, nuestra energía, nuestra química, nuestras habilidades, y nuestro esfuerzo a un nivel alto.

A lo largo del fin de semana, el equipo se caracterizó por una defensa intensa de cada jugador, siempre pegado a su marca, particularmente Riccardo Bunt, cuyo oponente apenas tocó el disco. También, el equipo se caracterizó por una energía muy positiva en la que los compañeros se apoyaban entre sí cuando alguno estaba cabizbajo por causa de un error, recordándoles que todos cometemos errores.

Afortunadamente, el primer partido fue una oportunidad para pulir los errores mientras el equipo se adaptaba al viento y la arena. Varios pases que se fueron por encima del alcance de los jugadores obligaron al equipo a esforzarse al máximo en defensa para recuperar el disco; por suerte, la defensa de todos superó con creces los fallos en ataque. Ganamos 13-6 contra Granayd.

El próximo partido empezó más igualado con los manejadores necesitando aprender a mirar el pase de reset antes, pero logramos despegar y vencer B&V de Alicante 13-5.

El partido más duro de la fase de grupos llegó: El equipo había jugado contra Murciélagos en los regionales y perdió 13-9. Pero, ¡queríamos la revancha! El viento había aumentado mucho a este punto en el día. A pesar de esto, los veteranos del equipo Irene Goicolea, Arturo “Xixas” Alvarez, y Alvaro Monterde de la autodenominada “línea moderna” continuaron sus rápidos “give-and-gos” para anotar, haciendo honor a su nombre. Murciélagos empezaron con mucha más confianza en el viento, pero a medida que el equipo se acostumbró, el marcador pasó de 4-9 hasta 9-11. Sin embargo, los Murcis cerraron la puerta a la remontada, terminando el partido 12-9.

Quedaba un partido más: los precuartos notorios (algunos pensaron que no era justo que ciertos equipos tuvieran que jugar más partidos, pero otros lo vieron como una recompensa para los ganadores y como una oportunidad para desarrollar más química, incluso si no ganábamos). Y creo que, al final, todos coincidieron en que era mejor terminar el día con la sensación de haber ganado que de haber perdido. Además, aprovechamos para aprender que no se puede hacer un “strip” contra tu propio equipo.

El equipo caminó sus 40 minutos de regreso a los apartamentos, con el atardecer a sus espaldas y la esperanza de más victorias mañana frente a ellos (algunos también dirían que un destello verde justo al ponerse el sol estaba a sus espaldas..).

El segundo día comenzó con un partido muy disputado contra Esperit, un equipo muy joven de Sabadell. Intercambiábamos los puntos, mientras Esperit fue dirigido por un handler con largos de inside que realmente nos pusieron a prueba. Pero, al final, nos distanciamos y ganamos 13-10.

Entramos en las semifinales contra los defensores del título: los Barcelona Sharks. Nuestro capitán Xixas dio un discurso más para animarnos y motivarnos. Nos recordó que, cuando tu mente está cansada, sabes que tu cuerpo todavía puede dar más. Admitió que sí, los Sharks son animales muy peligrosos, pero estábamos todos juntos en el mismo barco, trabajando unidos, y podíamos vencer a los Sharks.

Esta realmente fue la temática del fin de semana: que estamos juntos. Juntos cambiamos puntos con los Sharks. Juntos, desbaratamos la estrategia normal del otro equipo. Juntos conseguimos el primero break. Y juntos logramos uno más: aprovechando una descoordinación del otro equipo y Diego atrapó un largo flotante en la endzone por encima de 2 cortes masculinos antes del half-time. Después de los ánimos de “precuartos”, salimos atacando tras el descanso con un poco de viento a favor. Después de un break estresante de los Sharks, el marcador fue 10-11; el juego estaba limitado por tiempo hasta 12. La banda estuvo completamente concentrada, con Rafa Gallego, por ejemplo, usando su voz para apoyar y dirigir las marcas. Recibimos un pull corto del otro equipo, pero no logramos convertirlo en gol, ya que la fuerte defensa de “force middle” de los Sharks nos impidió anotar en la endzone. Los Sharks consiguieron la defensa, pero unos instantes después— que sintieron eternos pero fueron breves— Diego logró robar el disco para nosotros y marcamos el gol 12-10. ¡Estábamos en la final!

La final empezó con los dos equipos muy parejos. En el segundo punto, Andrea Falciani se lanzó en un increíble layout lateral, estirándose al máximo para atrapar el disco y anotar. En la primera mitad, conseguimos dos breaks y luego, al recibir con viento a favor (gracias al gran trabajo de Álvar Fernández en el flip) y anotamos después del descanso para poner el marcador 8-5.  Pero entonces, Murciélagos encontraron su ritmo y se alejaron hasta el 13-10.

Fue una derrota desgarradora, pero los abrazos después entre los compañeros de equipo y con nuestros oponentes mostraron que nos sentíamos orgullosos de nuestro éxito. Poco después, supimos que, además de quedar en segunda plaza, habíamos ganado el “Spirit of the Game”. Algo que resalta como jugamos juntos: jugamos de la manera más competitiva posible, pero siempre con positividad. Casi logramos nuestro sueño, pero algunos podrían decir que lo hicimos aún mejor.

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